martes, 3 de febrero de 2009

El Destino: No algo que se espera

No es algo que se espera sino algo que se forja...

El psicoanálisis es una de las pocas perspectivas teóricas que nos enseña que el destino de la persona se escribe más a partir de ella misma que de las condiciones impuestas externamente. Lo logra extrayendo poco a poco una evidencia: que en la vida estamos atados no sólo por coacciones externas, sino también por las interiores, las que funcionan en el seno mismo del psiquismo. Pero a diferencia de las primeras, éstas coacciones son modificables. Dar cuenta de este hecho es uno de las metas del Psicoanalisis y lo que permitirá a una persona sentir realmente que la dirección que pueda tomar su vida es mas un trabajo de implicancia personal que de un porvenir azarozo, como algo que se espera que llegue. Es ésta por excelencia la tarea en el ser humano que dá lugar a la verdadera liberación personal a que apuntaba Freud y en realidad a lo que debe apuntar cualquier hombre que se haya percatado de cuánto influyen sus acciones cotidianas en su porvenir. Tenemos una base formada por ciertos elementos: los del cuerpo y los condicionantes culturales y familiares. No se puede negar el peso de estas coacciones. Pero la tendencia de algunas personas a creerlas absolutas e irreductibles está al servicio de una actitud pasiva que lleva a no responsabilizarse de la propia vida. Tomo "responsabilizarse" en el pleno significado etimológico de la palabra, alguien que es responsable es capaz de responder por si mismo ante lo que sucede en su vida. Por el contrario, en alguien que espera su destino como algo fijo o dado, inmutable, algo que es impuesto externamente al libre albedrío no esta en sus manos poder responder ante eso "que le sucede". Desde esta perspectiva cabría decir que igual que cuando eramos niños dependíamos de los padres, ahora de adultos, estamos en manos del destino!
Qué hacer ante lo que nos sucede?, Qué actitud debe tomar el hombre entonces para ser artifice de su propio destino? hay muchas y es individual para cada uno, y a lo largo de la vida su tarea es ir extendiendo este modo de obrar a todos los aspectos de su vida. Tecnicamente, desde la visión psicoanálitica tambien podemos ver los atributos de un individuo que reta su propio destino...
• Responsabilidad. En el psicoanálisis sale a la luz un funcionamiento proyectivo que lleva a decir: "Yo no soy el responsable de lo que va mal en mi vida, es el otro, los otros, es la vida,etc ". La actitud opuesta es cuando uno realmente se empieza a hacer cargo del rumbo de su propia vida.
• Resistencias. Se analizan en el proceso. Son el resultado de un conflicto entre un deseo de cambio consciente y una voluntad inconsciente de no cambio, la cual es mas fuerte y es la que hay que debilitar lo más posible en el curso de nuestra evolución hacia una "libertad psícológica".
• Deseos inconscientes. Cuando se logra descubrir cómo juegan en lo que sucede, se amplía el margen de libertad. Uno puede ser en mayor medida el propio artífice de su destino y tender a ser cada vez menos atado por sus caracteristicas personales de las que su inconsciente se hace dueño.
• Miedo. Algunos retroceden espantados antes esta libertad, que ofrece responsabilidades y riesgos frente a la comodidad de la irresponsabilidad ante lo que depara el futuro. (uno de los mayores planteos de esto a mi modo de ver se encuentra en el libro"Miedo a la libertad" de Erich Fromm, titulo original: Fear to freedom)
• Liberación. El psicoanalista sigue este camino hacia la liberación interior. Sabe que la actitud que debemos tener no es tomar nuestro destino como algo dado, que se espera, sino como algo que principalmente se forja, que se construye día a día, de instante a instante en cada día de nuestras vidas, pero, en parte esto al hombre no le es aceptable. Por supuesto tenemos la parte inmodificable de nuestro porvenir cuyo desenlace suele estar fuera de nuestras manos y que no hay más que aceptar, aceptar lo que no se puede modificar, pero ésto se dá en menor parte, y parece ser que hay una intención en el ser humano (muy inconscientemente arraigada quizas) en agrandar esta parte que estaría fuera de sus manos, hacer que todo lo que le suceda sea a causa de voluntades externas, paradojicamente una forma de "autoboicoteo personal". El proceso inverso busca liberar a la persona de los mecanismos inconscientes que le atan en el camino hacia su liberación personal, el cual, querido lector, parece ser un trabajo al que el hombre tanto se resiste que a veces prefiere atarse a la idea de cambiar el mundo que "gira en contra", pero no el propio.
La que nos ata es la propia estructura de comportamiento que nos impone nuestra cultura, las normas sociales implicitas que extendemos a otros aspectos de nuestra vida donde impiden el razonamiento, las tradiciones que acarrea el hombre desde hace miles de años, nuestros mitos familiares y propios muy arraigados en nuestra personalidad y cuyo camino "normal" nos lo confirma la propia sociedad cuando el ser humano de niño crece internalizando estas pautas y luego, de adulto, sale a vivir la vida una vez aprehendidos todos los valores, las costumbres, tradiciones y sistemas que le han enseñado en su infancia y los cuales ahora "debe seguir". Este hombre estructurado por estas pautas, normas o conjunto de leyes culturales como prefiera llamársele, termina con un psiquismo ireflexivamente mecánico, que obedece muchas instrucciones externas a él sin pensar si son adecuados o no para su existencia particular, cae así en un comportamiento condicionado por la cultura en que vive, y termina siendo manejado más por el habito que por el razonamiento (el habito, lo contrario a pensar - E.Pichon Riviere). Bien, justamente allí yace también nuestro camino hacia la "perdición personal". Perdición porque el sujeto, el individuo, se pierde en la masa de gente que sigue ciegamente "el rumbo que hay que seguir". Porque lo lleva a tratarse a si mismo como masa, (cuya caracteristica en este aspecto, es conducirse como respuesta a una situación determinada, de manera uniforme y conjunta hacia una misma dirección) y no como individuo que poseé algo en particular que lo diferencia del resto. Con caracteristicas que son personales y singulares, no masivas ni generalizables. Finalmente uno elige así "tratarse como masa", dirigirse en el curso de una existencia como una masa de gente o bien en los mejores casos como individuos que somos...tomando nuestro propio camino por el cual deseamos ir...


Rodrigo Reinante
Lic. en Psicología
Paraná - Entre Ríos
20/02/2009