domingo, 21 de junio de 2009

De la dialéctica hegeliana y el autoconocimiento de lo absoluto


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Wilhelm Hegel elaboró un sistema filosofico del entendimiento de las cosas, de las realidades de la vida, de "todo aquello que existe" , con un marco conceptual bajo el cual el pasado y el futuro pueden ser entendidos desde presupuestos teóricos racionales. Este sistema, requiere tener en cuenta, en primer lugar, la realidad misma, concebida como un todo que, con un carácter global, constituye la materia de estudio de la filosofía. A esta realidad se refirió Hegel como lo Absoluto[1], como proceso de desarrollo total de "todo aquello que existe". Pero ¿Qué es esto de lo absoluto aplicado al entendimiento del conocimiento y del vivir humanos?, ¿Cual es el destino o el propósito hacia el que apunta esta forma de pensar?. Antes de seguir leyendo hago la aclaración de que el interés del presente artículo es explicar la teoría hegeliana sólo como sistema de autoconocimiento y entendimiento de los procesos de la vida y de la subjetividad humana. (No son de interés aquí la filosofía de la moral, de la ética, de la política o de la estética a las cuales también se aplica el pensamiento hegeliano).
Hegel siguió a Parménides quien afirmó que “lo que es racional es real y lo que es real es racional”. Hay que entender esto en los términos de su afirmación posterior de que lo absoluto tiene que ser considerado como pensamiento, espíritu o mente, en un proceso de constante autodesarrollo. La lógica que propone este punto de vista de la realidad y de todo lo que existe es la dialéctica que constituye por sí mismo un método de pensamiento. Este método se basa en que el progreso es el resultado del conflicto entre opuestos que se han analizado con los términos de Tesis, Antítesis y Síntesis [2]. La Tesis puede ser una idea, una verdad, una postura o un enunciado que alguien tiene o presenta, a la que se le opone otra postura o enunciado contrario que la cuestiona, es decir, una Antitesis que genere un proceso, un conflicto o un movimiento interno de cambio que resulte en una tercera posición, una tercera idea, una tercera verdad, postura, enunciado, etc que constituirá la Síntesis de las dos primeras. Esa Síntesis es un resultado como tercer punto de vista adoptado, el cual supera el conflicto entre los dos anteriores en un camino hacia la evolución.
Esta Síntesis a su vez, como una idea más, una verdad o una postura más como cualquier otra, en algún momento se convertirá en una nueva Tesis a la cual se le presentará y opondrá una nueva Antítesis. Obteniéndose una nueva Síntesis, dando lugar así a un “proceso infinito de procesos” hacia el camino del autoconocimiento, el conocimiento de lo absoluto.
Proceso ad infinitum

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Ahora, la clave implícita que se halla aquí es la noción de “proceso” (cuya connotación es de algo que es constante y no por el contrario, estático) como modo de asimilar la realidad de la vida humana en un movimiento que evoluciona constantemente, cada vez más, ad infinitum. En este proceso, lo absoluto en realidad también se muestra en el progreso tanto de la naturaleza como de la historia de la humanidad, en el progreso del conocimiento y su forma de asimilar la realidad en nuestro propio sistema de conocimientos y creencias. En realidad el conocimiento, las formas de pensar que tenemos en una época y en otra de nuestras vidas nunca es estática. Nuestro sistema de pensamiento, creencias y por tanto del entendimiento de la realidad sufre inevitablemente cambios y transformaciones, por los sucesos y las experiencias que la vida nos trae y esos sucesos y experiencias no las podemos evitar. Por lo tanto no podemos evitar el constante cambio que nos produce como sujetos humanos, sobre todo ante aquellos que no son de nuestro agrado ante los cuales el ser humano suele resistirse.Pero quien pretenda lograr esto no vivirá situaciones muy gratificantes, ni una vida gratificante, no estará muy alejado de las neurosis freudianas, porque implica que no hay adaptación a los cambios, no hay capacidad de modificación interna ante las modificaciones externas, sino por el contrario hay resistencia y rigidez; y también porque no hay un entendimiento real y sincero de que, en realidad, el propio trayecto natural de la vida nos lo impone, y somos nosotros como individuos que debemos elegir adaptarnos y si es posible, predisponerse a provocar esos procesos internos, aceptar antítesis para hacerlas sintesis, tanto del conocimiento, del entendimiento, como del modo de pensar o de hacer. A veces las cirscunstancias realmente lo requieren, pero muy a menudo el ser humano elige resistirse, elige afrontar cirscunstancias que cambian, que se transforman y difieren con el mismo esquema de entendimiento. Pretendiendo que los procesos de cambio tal vez provengan de las cirscunstancias externas mismas. O bien, prefiere cómodamente esperar hasta que estas se adapten nuevamente a su sistema estático y rigido con imposibilidad así de transformar él a las cirscunstancias que cambian. En este sentido, como he publicado en otra sección de este sitio, tranquilamente podemos empezar a considerar que en el trayecto de una existencia humana nada es constante…excepto el cambio.


[1] También Espíritu absoluto
[2] Hegel no utilizó nunca estos términos pero resultan muy útiles para la comprensión de este sistema de pensamiento.

Bibliografía:
-Fenomenología del espíritu - Wilhelm Friedrich Hegel
-Ciencia de la lógica - Wilhelm Friedrich Hegel


Rodrigo Reinante
Lic. en Psicología
Paraná, Entre Ríos 

1 comentario:

Paulo (BsAs) dijo...

Hola Rodrigo, personalmente jamás pude comprender a Hegel! asi que me ha facilitado un montón el leer tu articulo sobre su pensamiento. Buen sitio de reflexión!

Nos vemos
Paulo de San Isidro BsAs