TRES MÉTODOS DE ENTRENAMIENTO
TRADICIONAL, COMPETITIVO Y REAL
Generalmente cuando un aspirante a las Artes Marciales busca una escuela en
donde comenzar a practicar, suele buscar un arte de moda o bien un nombre
reconocido y aquel otro que ya tiene conocimiento técnico de algún tipo en el ambito de las
Artes Marciales, suele buscar lo que se ha vuelto popular en estos tiempos, la
efectividad. Al buscar un Arte Marcial efectivo es muy común que los futuros practicantes
se fijen en el tipo de técnicas o la popularidad del estilo mostrado en competencias. Pero la experiencia muestra que donde realmente
yace la base para la efectividad en la práctica de cada día no está dado por el sistema. En el mundo actual hay mas de 3000 Artes Marciales diferentes* y cada sistema tiene sus propias técnicas y algunas se diferencian muy bien de otras, como por
ejemplo el Judo de la Savate, el Jiu Jitsu del Kickboxing, el Penchak Silat del Muay
Thai, o el Sambo del Kali, por citar algunas. Pero hay algo más allá del tipo de técnicas que pueda tener un
sistema o estilo y es el Método de entrenamiento, el tema de este artículo.-
Entrenamiento Tradicional:
En la historia de las Artes marciales mucho se ha discutido acerca de la efectividad de un estilo o comparado con otro y esto es juzgado en base al sistema de técnicas en los mejores casos sino por la propaganda del sistema en lo competitivo pero nó en base al método de entrenamiento. Hay un dicho oriental que dice "solo podrás combatir por la forma en que entrenes"*. Un arte puede tener “las mejores técnicas del mundo” pero si el entrenamiento del alumno se basa en la clásica practica de formas, de dar patadas y puños al aire, a un oponente imaginario, de acrobacias, movimientos automáticos y simulados de la clásica serie ataque-defensa-contrataque. Este practicante al momento de encontrarse con alguien que realmente le quiera hacer daño, es muy probable que se frustre en el preciso instante en que se enfrente con "lo real". No sólo la respuesta tenderá a ser un movimiento simulado y automático, sino que se encontrará sin respuestas ante el juego de fuerzas que produce un contacto real.
De este tipo de práctica salen peligrosas imaginaciones, una falsa seguridad en sí mismo, por ejemplo, creyendo que con la aplicación de una sola técnica de tal tipo el agresor quedará rendido o bien abandonará la osadía de “atreverse a atacarlo”!. Porque da como resultado una atribución de cierta magia a las técnicas. Esta es la actitud clásica como resultado de la práctica de muchas escuelas tradicionalistas de Artes marciales que no adaptan el método de entrenamiento al objetivo para el cual dicen que practican. El tiempo corre, y entre una época y otra las sociedades evolucionan, las personas evolucionan y el conocimiento evoluciona, por lo tanto el Arte marcial debe evolucionar. No se puede pretender en pleno siglo XXI enseñar tácticas de lucha, por ejemplo, al estilo de las antiguas dinastías Chinas o Japonesas, porque, por lo general, en las escuelas modernas ya se cuenta con tácticas y técnicas para contrarrestar las viejas pasadas de moda. Por supuesto entrenar así es un riesgo que corre el practicante cuando se encuentra con una situación real.
Entrenamiento Deportivo:
Hay otro método de entrenamiento que es el destinado a la competencia de caracter deportivo o competitivo que a veces suele ser un poco “mas fuerte” y otras mas controlado; se entra en contacto con elementos de foco y a veces en contacto con el oponente donde puede haber “magulladuras” o hematomas leves. Para este tipo de prácticas se suelen usar las clásicas protecciones que cubren los principalos blancos hacia donde van los ataques para obtener los puntos, generalmente se usan protecciones de gomapluma livianos como guantines, protección en piés y pecheras. Esta práctica deportiva suele brindar mejores estrategias a la hora de la confrontación con el oponente que aquel que entrena según el entrenamiento tradicional que describimos antes, pero este entrenamiento deportivo suele dejar de lado varios componentes limitadores: Excluye lo que se conoce como "técnicas de Defensa Personal" (y toda técnica fuera de regla) porque adapta el entrenamiento exclusivamente a un sistema de reglas de la competencia deportiva para las cuales se prepara al alumno, por lo que se excluyen las técnicas más devastadoras. Se excluye el estudio y la práctca de su aplicación a los Puntos débiles del cuerpo humano porque se practica "a marcar el punto" como si fuera el "knock out", por lo tanto no se pone en juego las capacidades reales del luchador. También suele existir en los entrenamientos la limitación de la aplicación de toda la potencia en las técnicas (las protecciones también suelen ubicarse acorde a este sistema de practica). Pero sabido es, que a la hora de la defensa personal no hay alguien que ponga reglas en una confrontación porque simplemente no las hay, ni zonas bajas, ni movimientos prohibidos, tampoco códigos de “uno contra uno” como supone cualquier entrenamiento de tipo deportivo. En la calle no hay reglas, no hay límites, y es bueno advertirlo. Porque por lo general las reglas las suele dictar la situación y se establecen implicitamente en el instante según las circunstancias, el contexto y la viveza de los luchadores.
Hay otro método de entrenamiento que es el destinado a la competencia de caracter deportivo o competitivo que a veces suele ser un poco “mas fuerte” y otras mas controlado; se entra en contacto con elementos de foco y a veces en contacto con el oponente donde puede haber “magulladuras” o hematomas leves. Para este tipo de prácticas se suelen usar las clásicas protecciones que cubren los principalos blancos hacia donde van los ataques para obtener los puntos, generalmente se usan protecciones de gomapluma livianos como guantines, protección en piés y pecheras. Esta práctica deportiva suele brindar mejores estrategias a la hora de la confrontación con el oponente que aquel que entrena según el entrenamiento tradicional que describimos antes, pero este entrenamiento deportivo suele dejar de lado varios componentes limitadores: Excluye lo que se conoce como "técnicas de Defensa Personal" (y toda técnica fuera de regla) porque adapta el entrenamiento exclusivamente a un sistema de reglas de la competencia deportiva para las cuales se prepara al alumno, por lo que se excluyen las técnicas más devastadoras. Se excluye el estudio y la práctca de su aplicación a los Puntos débiles del cuerpo humano porque se practica "a marcar el punto" como si fuera el "knock out", por lo tanto no se pone en juego las capacidades reales del luchador. También suele existir en los entrenamientos la limitación de la aplicación de toda la potencia en las técnicas (las protecciones también suelen ubicarse acorde a este sistema de practica). Pero sabido es, que a la hora de la defensa personal no hay alguien que ponga reglas en una confrontación porque simplemente no las hay, ni zonas bajas, ni movimientos prohibidos, tampoco códigos de “uno contra uno” como supone cualquier entrenamiento de tipo deportivo. En la calle no hay reglas, no hay límites, y es bueno advertirlo. Porque por lo general las reglas las suele dictar la situación y se establecen implicitamente en el instante según las circunstancias, el contexto y la viveza de los luchadores.
Entrenamiento Real:
Un tercer tipo de entrenamiento sería el tipo de "Entrenamiento Real", orientado a la habilidad para el combate real, y para este último tipo de situaciones que no pueden ser previstas ni regladas ni previamente armadas, y que son las habilidades más difíciles de adquirir. El tipo de entrenamiento real debiera incluir un sistema de contacto a potencia y velocidad reales en contacto con otro, sin ritmos mecánicos o movimientos estereotipados acorde al esquema de un torneo o preconceptos tradicionales de cómo luchar, como el "uno contra uno", sin armas, zonas prohibidas, etc. También debiera incluir, en un primer nivel de entrenamiento, protectores que cubran las áreas anatómicas de mayor contacto, las que provocan mayor daño y que por lo general suelen ser, las manos (rostro, puños y mano abierta), espinillas, rodillas, antebrazos, caja torácica y lo más preciado, la cabeza, y en un segundo nivel de entrenamiento, los blancos de mayor vulnerabilidad de la anatomía humana (ojos o rostro, genitales, espinillas, rodillas, etc). Y esto debido a que entrenar a contacto real sin protección y con puntos vitales como blancos tiene sus consecuentes lesiones y de nada serviría estar frecuentemente lesionado porque el entrenamiento mismo sería contraproducente, perjudicial y se caería nuevamente en lo que se intenta quitar, la limitación, nó sólo para el aspecto corporal y el aspecto mental sino porque ese período de lesión es un período de más desvalimiento ante cualquier infortunio inesperado. Si se apunta a un entrenamiento para la vida real las competencias esperan, las situaciones reales nó. Sólo de esta manera es posible apuntar al desarrollo de la habilidad tanto Mental, Corporal como Espiritual, de la habilidad para un combate total, vamos a llamarlo así, "ilegal" ante el cual aplicaríamos de nuestra parte la llamada "Legítima defensa"*. Este tipo de entrenamiento debe tener en cuenta que los ataques no se dirigen a "marcar el punto" sino a lastimar al adversario y sin protección pueden provocar lesión a corto o largo plazo puesto que se practica a contacto real, mediante el estudio de los puntos vitales del cuerpo y los puntos débiles, adónde atacar mejor a ciertos oponentes, tambien las reacciones mentales y respuestas ante ciertos ataques propios y del otro (desbalances, reacciones instintivas, inconsciencia, mareos, parálisis muscular, falta de respiración, fracturas, etc). Desde lo Mental y Espiritual, dos áreas de las AAMM chinas a cultivar por el practicante, se podría interrogar constantemente por las consecuencias que resultan de las dos primeras clases de entrenamiento: Creo que es pertinente citar algunos ejemplos de ciertas ilusiones en la mentalidad que rigen los "Entrenamientos tradicionales" y algunos "Entrenamientos deportivos":
Pongamos el ejemplo de un
sistema de práctica en donde se enseña un bloqueo de patada y un contrataque al
estilo “marcar el punto”, esto puede funcionar muy bien para el estilo
tradicional pero en cuanto se encuentre en situación real en donde el que patea, patea a velocidad y potencias máximas
con el objetivo de lastimar o sencillamente noquear el adversario, es probable
que aquel que defiende, acostumbrado a “marcar” y "ser marcado", es decir a utilizar técnicas de marcación, sea sorprendido, desequilibrado
de su postura, lastimado, y se le disuelva la defensa y mas aún la idea de un posible contraataque. Otro ejemplo más fino y actual es que en las Artes marciales en las que predomina el famoso
"grappling" como en el Jiujitsu o el Judo, el entrenamiento suele ser de tipo Competitivo, con limitaciones en ciertas técnicas de golpes y el uso de protecciones en las extremidades que más lastiman o dejan fuera de
combate (puños, antebrazos, codos, dedos, palmas, etc), como asi limitaciones a ciertas zonas del adversario. Esta practica paulatinamente lleva a la creencia de que el sistema técnico exclusivamente de
palanqueo sea "lo más efectivo" a la hora de la Defensa personal o combate real, puesto que los impactos se merman con la
protección almoadillada y en algunos casos no se entrenan tanto la tecnicas de golpe. Este practicante puede llegar a creer que una patada a potencia real a un punto vital o un gancho a la mandibula, no es capaz de noquear a alguien que esté intentando el
cuerpo a cuerpo. Por supuesto que a puño limpio sería otra cosa, es decir, sería
real, pero esto siempre es practicamente imposible de lograr por sus consecuencias, por lo que hay que ser conscientes de que siempre se termina "simulando" la realidad de alguna u otra forma en todo entrenamiento, el secreto es simular lo menos posible, porque, como vimos en el último ejemplo, al menos al día de hoy no existen protectores contra palancas de
articulaciones para compensar un entrenamiento en ambos tipos de sistemas de ataques, (los de golpe
y los de palancas) y salir de la ilusion de las dualidades entre estilos.
De esta manera, no advertir el sistema de entrenamiento de trasfondo que se practica, el sistema técnico es
lo que lleva muchas veces a que el judoka crea que siempre la mejor forma de
combatir es mediante agarres y proyecciones, al de Jiu Jitsu llevando
al piso, al de Taekwondo mediante patadas voladoras, al de
PaKua Chang Kung Fu mediante el ataque con palmas, al de Wing Chun Kung Fu
con puños rectos, al de Kickboxing mediante patadas al muslo, al de
PakMei Kung Fu mediante puños de leopardo, al de Aikido usando la fuerza del oponente, etc y así seguiríamos con casi
todos los sistemas de combate que pregonan tener la máxima eficacia.
En lo personal creo que un pensamiento que debe dirigir el Entrenamiento Real es que "la situación dicta la técnica" y esto significa mucho. Otro aspecto es la no limitación de las estrategias y tacticas de manuipulación del adversario que en un combate reglado romperían ciertos códigos (en la calle el código es un supuesto); tampoco el uso de ciertos tipos de técnicas (que en los
entrenamientos competitivos sí se restringen) como dedos a los ojos, codos o antebrazos al rostro, cabezazos, palanca a los dedos, golpes a los genitales, pisotón a los piés y otros tantos más.
Estas son entonces algunas diferencias generales de lo que clasificamos en tres tipos
de entrenamientos que suelen verse por lo general en la práctica de escuelas y asociaciones de
Artes marciales hasta la actualidad.-
*Según lista de la Revista Black Belt Magazine y sitio: www.artesmarcialesdelmundo.com
*Atribuido al samurai Miyamoto Musashi.
*Ver articulo en este sitio sobre "Legitima defensa".
Rodrigo Reinante
Instructor de Kung Fu
Licenciado en Psicología
Licenciado en Psicología
Paraná, Entre Ríos
Argentina
2 comentarios:
Muy buena la distinción del instructor, depende lo que busque cada uno igual.
Me gustó, yo practiqué Karate hace unos años y cuando tuve que defenderme en la calle no me funciono x decir y dejé
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